(ANS – Gaza) – «La guerra ha ‘congelado’ mi vida y yo he dejado de trabajar. Yo y mi familia hemos experimentado el bombardeo cotidiano de los aviones de guerra israelíes. La rutina diaria se ha convertido en: escuchar las explosiones, seguir los noticieros de última hora, mirar las imágenes de sangre de las personas muertas». Lo escribe Said, un cooperador palestino de la ONG Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), en una sentida carta que envía a sus amigos del VIS.
El pasado 16 de julio, Said se ha convertido en uno de los desplazados internos ensu país. «Estuvimos 10 días en nuestra casa, hasta que un soldado israelí nos llamó y nos pidió evacuar el barrio, ya que comenzaban los bombardeos al azar. La llamada llegó el 16 de julio a medianoche y nosotros teníamos que evacuar antes de las 8:00 de la mañana siguiente».
Afortunadamente, él y su familia están a salvo, pero el shock de tener que dejar todo atrás, el miedo de volver a ver las escenas del 2008 – «cuando un misil cayó en la casa de mis vecinos y nosotros recogimos los pedazos de sus cuerpos esparcidos a nuestro alrededor»- y el pensamiento consciente de la muerte en las frases de su hija de 5 años, son cosas que no lo pueden dejar indiferente.
«Me siento extranjero en mi propia tierra, estoy relativamente seguro gracias a mis parientes que nos están dando hospedaje, pero sigo pensando en aquellos que no tienen un lugar para vivir y se ven obligados a refugiarse en las escuelas».
El Presidente del VIS, Nico Lotta, frente a esta y a otras terribles historias que todos los días llegan desde la Franja de Gaza, dijo: «Nos unimos a las palabras del Papa Francisco pronunciadas en el Ángelus: la violencia se vence con la paz e invocamos el final de esta masacre. Va a ser difícil curar las heridas de esta nueva ola de odio y dolor, pero desde ahora afirmamos la voluntad de continuar nuestro trabajo en el Medio Oriente para garantizar a todos los niños y jóvenes el derecho a una existencia serena, a la vida y a un crecimiento pleno».
El texto completo de la carta de Said se encuentra disponible en el sitio web del VIS.