(ANS – Torino) – Al término de la solemne concelebración eucarística tenida ayer por la mañana en el Colle Don Bosco, el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, y la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Yvonne Reungoat, han recibido en la sacristía de la Basílica a los periodistas y han hablado con ellos sobre el Bicentenario y la conclusión del SYM DON BOSCO 2015.
por Gian Francesco Romano
Ante las numerosas situaciones de guerra y otros conflictos en el mundo, el encuentro mundial del Movimiento Juvenil Salesiano ha representado un testimonio que nos informa por sí mismo. “Estos jóvenes demuestran que juntos es posible construir la paz”, ha declarado en este sentido Madre Reungoat; mientras que Don Á.F. Artime, por su parte, ha subrayado también la delicadeza con la que las delegaciones más numerosas se han relacionado con los jóvenes que venían de los puntos más difíciles – como por ejemplo, Siria o Sudán del Sur.
El balance de este Año Bicentenario, tanto en lo que tiene de fantástico como de dificultad y de compromiso, según el Rector Mayor, ha sido altamente positivo. Y si el presente está marcado por la belleza, el futuro se vislumbra con ojos de esperanza. “No nos podemos detener”, ha dicho el X Sucesor de Don Bosco.
Un tema que permanece invariable en el tiempo para la Familia Salesiana es la opción preferencial por los niños y jóvenes más necesitados. El Rector Mayor ha mencionado a propósito el servicio humilde y silencioso, y cómo no fundamental, de los Salesianos que han optado por trabajar con los huérfanos del Ébola en Sierra Leone.
A una pregunta precisa sobre qué hay que hacer con los niños y niñas de países occidentales, tendenciosamente menos tocados por la guerra, epidemias o situaciones extremas, Madre Reungoat ha recordado la multiplicidad de formas de pobreza de los jóvenes: afectiva, cultural, religiosa…Por esto la religiosa ha insistido en que también hoy, como en tiempos de Don Bosco, la solución está en la educación y en el acompañamiento de los jóvenes en descubrir el sentido de su propia vida.
“Don Bosco posee una atracción fascinante universal porque ha dado hasta el último suspiro a los jóvenes”, ha resumido el X Sucesor de Don Bosco
