Casi un mes después de que Israel lanzara la ofensiva ‘Margen Protector’ contra la Franja de Gaza, el balance registra más de 1.800 gazatíes muertos, 9.500 heridos y 400.000 desplazados. Los Salesianos se suman a los organismos internacionales que claman por el fin de la intervención militar mientras que tratan de hacer llegar la ayuda a la población en forma de medicamentos y útiles básicos.
Hace dos semanas se envió hacia el hospital de Shifa, en Gaza, la primera entrega de medicamentos adquiridos a través de la recaudación de fondos conjunta de todas las ONG presentes en Palestina, incluyendo la ONG salesiana de Italia Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS). Una pequeña luz de esperanza frente al «sinsentido de las guerras», como comentó el Rector Mayor.
«Gracias a las donaciones recibidas de Italia pudimos enviar 20.000 euros de medicamentos y material desechable. La situación sanitaria en Gaza es trágica y para ayudar a la población necesitamos la ayuda de todos. Damos las gracias a todos los ciudadanos que respondieron a nuestro llamamiento, demostrando su generosidad y solidaridad con las víctimas de este nuevo conflicto», declaran los cooperantes en Gaza.
La cantidad recaudada en una semana de 20.000 euros en este primer envío se ha distribuido así: 12.000 euros para medicamentos y 8.000 destinados a materiales desechables como agujas, jeringuillas, mascarillas, guantes estériles…
Said, un cooperador palestino de la ONG salesiana VIS, en una sentida carta que envía a sus amigos, narra la dramática situación. «La guerra ha congelado mi vida y yo he dejado de trabajar. Mi familia y yo hemos experimentado el bombardeo cotidiano de los aviones de guerra israelíes. La rutina diaria se ha convertido en escuchar las explosiones, seguir las noticias de última hora y mirar las imágenes de sangre de las personas muertas».
Said se ha convertido en uno de los desplazados internos en su país. «Estuvimos 10 días en nuestra casa, hasta que un soldado israelí nos llamó y nos pidió evacuar el barrio, ya que comenzaban los bombardeos al azar. La llamada llegó a medianoche y nosotros teníamos que evacuar antes de las ocho de la mañana siguiente».
Afortunadamente, él y su familia están a salvo, pero el shock de tener que dejar todo atrás y el pensamiento consciente de la muerte en las frases de su hija de 5 años son cosas que no lo pueden dejar indiferente.
Fuente: Misiones Salesianas