(ANS – Roma)– En la perspectiva del cuidado de la casa común y en respuesta a las preocupaciones sobre el futuro de la creación, Papa Francisco ha decidido establecer la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará cada año el 1° de septiembre. El compromiso de los salesianos en todo el mundo.
Una cosa casi natural después de la encíclica papal «Laudato sì» que se propone como un paso más en la búsqueda de una motivación espiritual para el cuidado de la creación, al cual los cristianos están llamados. Respetar y proteger el medio ambiente, de hecho, dar gracias a Dios «por la obra maravillosa que ha confiado a nuestro cuidado, implorando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos».
Así, la crisis ecológica se convierte en una oportunidad para una profunda conversión espiritual y para la asunción de estilos de vida coherentes. Insistiendo en el tema ambiental, Papa Francisco muestra su preferencia por una visión más holística, que pone en relación el espíritu con el cuerpo y con todo lo que les rodea.
Esta celebración anual tiene como objetivo ser el signo de un proceso de reconciliación realizado juntos desde las diferentes confesiones cristianas: el 1° de septiembre también se celebra la Jornada de la protección de la Creación, promovida por la Conferencia Episcopal Italiana y que llega a su décima edición. A partir de este año será un evento ecuménico, capaz de poner de relieve las implicaciones sociales y éticas del ambientalismo, uniéndolas con los temas de la justicia y la paz.
En línea con las intenciones de Papa Francisco y con el espíritu franciscano, los salesianos están demostrando su compromiso para promover, por ejemplo el derecho al agua potable para todos a través de la construcción de pozos en las zonas áridas del planeta y en los lugares más remotos como Etiopía.
Papa Francisco pide un cambio de una «cultura de los residuos» a una «cultura del cuidado» para evitar que nuestro «hogar común» se convertirá en un gran vertedero de basura. Por ejemplo, en Guatemala, a pocos kilómetros de San Pedro Carchá, toda una ladera está ocupada por un enorme basurero a cielo abierto, que todos los días recoge 14,6 toneladas de residuos. Este vertedero emplea a cerca de 60 jóvenes y muchos de ellos incluso viven allí en chozas hechas de hojalata y cartón, obligados a vivir en condiciones ambientales, higiénicas y sociales inhumanas. Para ayudar a estos jóvenes y a sus familias los salesianos han puesto en marcha un proyecto educativo que pueda alejarlos de este lugar exageradamente insalubre y proporcionándoles ayuda alimentaria y material didáctico.
Varias son las iniciativas de sensibilización ecológica que han iniciado los salesianos, como por ejemplo en el ámbito de las actividades del proyecto «Niños de plomo», apoyado por la Fundación Don Bosco en el Mundo; una campaña para reducir la contaminación ambiental, llamada «Sembrando Oxígeno» fue lanzada en Puerto Nuevo, Perú.
Otro de los retos que los salesianos enfrentan es el de las energías renovables, como por ejemplo en la India, en el estado nororiental de Assam que fue inaugurado el 26 de mayo pasado, el Centro Don Bosco para las Energías Renovables, en el Instituto Técnico Don Bosco de Maligaon. Otros programas educativos para educar a los niños sobre temas de ecología se llevan a cabo desde hace años en muchos institutos salesianos de todo el mundo.
(Traducción, Andrés Felipe Loaiza, SDB)
Publicado el 28/08/2015