(ANS – Bangui)– Cientos de civiles intentan llegar a los campamentos de los refugiados para protegerse de nuevos ataques y represalias, la situación es extremadamente grave, como también confirman otros medios de comunicación.
«Con la llegada de las tropas extranjeras, se tiene la impresión de una cierta seguridad, sin embargo, los soldados, hasta ahora protegen solo el espacio del centro de la ciudad, los barrios periféricos no gozan en la actualidad de ningún tipo de seguridad», comenta un salesiano que trabaja en Bangui.
Más allá del miedo y de las condiciones de vida cotidiana cada vez más difíciles, en el campamento de refugiados de los Salesianos las personas siempre están aumentando. La inseguridad generalizada está disminuyendo, o incluso impidiendo en algunos lugares, la entrega de alimentos, agua y medicamentos, así como la atención sanitaria en los lugares que albergan a un total de más de 370.000 refugiados. En las dos obras salesianas de Bangui hay más de 60.000 refugiados.
El director de una de ellas escribe: «Ayer hubo combates con muertos y muchos heridos, de los cuales pudimos recibir solo tres. Uno muy grave, no sé si vivirá; ayer se le tuvo que evacuar al hospital “comunitario”. La evacuación era un riesgo porque se encuentran personas armadas en las calles. Gracias a Dios que los médicos sin fronteras españoles pudieron llegar».
Continúa el director de la obra salesiana: «La emergencia sanitaria y la falta de recursos se suma a la creciente violencia entre la gente. En los alrededores encontramos jóvenes casi todos con «machetes» y armas listos para el combate. Al verlos, se sentía la bestialidad humana. Pude ver en sus rostros lo violento que puede ser el hombre. Viven en condiciones inhumanas, pero están listos para ir a la guerra. Es un hecho que no puedo explicar. Vivimos en un mar de inseguridad inexplicable. Cualquier cosa puede ser motivo de malentendidos. Especialmente para la gente sencilla. Se debe evitar expresar el propio punto de vista. Una situación confusa que no garantiza la vida de nadie».
Mientras tanto, en el frente diplomático la crisis centroafricana está al centro de la agenda de los países del África Central y de Francia. El presidente congoleño Denis Sassou Nguesso – mediador regional – dijo que estaba «preocupado por la posible implosión de África Central, debido a la presencia de fuerzas negativas, con consecuencias muy graves más allá del África Central».