ROMA (ACI/EWTN Noticias).- El diario Il Cittadino de la provincia italiana de Lodi rescató la historia del Padre Enrico Pozzoli, el misionero salesiano natural de esa región, que bautizó en el año 1936 al pequeño Jorge Mario Bergoglio, hoy el Papa Francisco.
En un artículo periodístico, el diario presenta varios hechos de la vida de Jorge Mario Bergoglio y relata que su bautizo se celebró en Buenos Aires durante la noche de Navidad, en la pila bautismal de la Basílica María Auxiliadora y San Carlos de Buenos Aires, donde hoy luce orgulloso un pequeño cuadro con la copia del certificado de bautismo del primer pontífice argentino de la historia.
Según informó Il Cittadino, el P. Pozzoli fue para el Papa Francisco “una figura muy importante y un modelo de vida sacerdotal”, tanto, que en el año 1982 el futuro pontífice lo recordó en el prólogo de sus “Meditaciones para religiosos” como “un ejemplo de servicio eclesial y de consagración religiosa”, subrayando “la fuerte influencia que tuvo en su existencia”.
Según cita el artículo, el mismo Papa Francisco explicó su relación con el misionero salesiano en una carta escrita el 20 de octubre de 1990 al sacerdote salesiano Cayetano Bruno: “Hoy hace 29 años de la muerte del Padre Enrico Pozzoli y he celebrado hace poco una Misa por él, quien me bautizó el 25 de diciembre de 1936”, dice la misiva.
El P. Pozzoli vivió en Argentina desde el año 1906 hasta su muerte, el 20 de octubre de 1961. Nació en noviembre de 1880 en Senna Lodigiana, un pueblecito italiano cercano a la ribera del río Po, y abandonó Italia siendo un joven sacerdote.
El misionero “nunca habría imaginado que entre los fieles que confiaban en su guía estuviese también un futuro Papa y que su semilla hubiese dado un fruto tan célebre… no hizo solo nacer la fe en el futuro Papa Francisco, sino que lo acompañó en su crecimiento cristiano y fue su padre espiritual hasta los 17 años, cuando maduró la vocación sacerdotal”, agrega el diario italiano.
Desde Argentina, el P. Pozzoli solía escribir cartas a su Italia natal a sus sobrinos, donde explicaba su día a día entre inmigrantes italianos y los nativos de la Pampa. También enviaba fotografías que tomaba en Buenos Aires y la Tierra de Fuego, y en el reverso, apuntaba los kilómetros recorridos en cada viaje.
Según el artículo, también el P. Pozzoli cuidó de la salud del joven Bergoglio, y fue precisamente él quien lo animó a subir a las montañas de Tandil -al sur de Buenos Aires-, para que se recuperara de la grave infección en las vías respiratorias que lo dejaría sin una parte del pulmón derecho.
Ahora los actuales vecinos de Senna Lodigiana -el pueblo que vio nacer al P. Pozzoli-, celebran saber que un paisano suyo bautizó al sucesor de Pedro, el Papa Francisco.