El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, presidió esta mañana la Misa de cuerpo presente del Arzobispo Emérito de Ayacucho, Mons. Federico Richter, quien sirvió en esa convulsionada región andina del país en donde surgió el terrorismo en la década de los 80s’.
En la homilía de la Misa que celebró con distintos obispos entre ellos el recientemente electo Arzobispo de Ayacucho, Mons. Salvador Piñeiro, el Cardenal Cipriani dijo que Mons. Richter fue «un siervo bueno y fiel. Ha sido un hombre misionero, amigo, con una sencillez y bondad que a todos lo que lo hemos conocido nos ha significado un gran ejemplo».
Recordando que él mismo fue Obispo Auxiliar de Mons. Richter en la sede en la que él también fue Arzobispo, en Ayacucho, el Cardenal dijo que «su padre San Francisco y la Virgen María le habrán agradecido sus infinitas obras de caridad y su bondad de buen fraile franciscano».
«Fue un hombre piadoso, sacrificado. Lo que él sufrió en esos años difíciles en Ayacucho pocos lo saben, él llevó esos años en silencio y valentía», añadió.
El fallecido Prelado, dijo luego el Primado del Perú, «vivió en esa austeridad y sencillez haciendo misiones por el Perú y el extranjero. Por eso te agradezco todo el buen ejemplo que nos has dado y el bien que has hecho por la Iglesia«.
«Que el Señor te conceda paz en la vida eterna y nos encomendamos a ti para que seamos buenos pastores, buenas personas y a todos los que lo conocieron, recuerden el ejemplo de su bondad y su trabajo», culminó.
El mismo día del fallecimiento de Mons. Richter, el 9 de agosto, el Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren, presidió una Misa de sufragio por el alma del Obispo fallecido, quien también fue Obispo Auxiliar de esa arquidiócesis.
En su homilía, el Arzobispo dijo que celebró la Misa «con el gozo que nos da la confianza y esperanza de que Dios-Amor lo recibirá en el Reino Eterno preparado para los suyos desde la creación del mundo».
Mons. Federico Richter Fernández-Prada, nació el 14 de febrero de 1922 en Huanta, departamento de Ayacucho en la sierra del Perú. Ingresó a la Orden de los Frailes Menores, en la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú.
Fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1946. Desde entonces desempeñó su ministerio sacerdotal en la diócesis de Huamanga (Perú), donde ocupó diversos cargos en la pastoral parroquial, la enseñanza y en la formación sacerdotal.
El 12 de abril de 1973 fue nombrado Obispo Auxiliar de Piura, recibiendo la ordenación episcopal el 17 de mayo de ese mismo año. El 20 de septiembre de 1975 fue nombrado Arzobispo de Ayacucho, cargo que ocupó hasta el 23 de noviembre de 1991.