(ANS – Roma) – Las «Buenas Noches» del 9 de abril fueron dadas por el P. George Militante, quien ilustró el trabajo de los salesianos en Filipinas Norte (FIN) y especialmente en Filipinas Sur (FIS), de la cual es el Inspector.
Las Filipinas, dijo el P. Militante, es un país en vía de desarrollo que rara vez se encuentra en las noticias, a excepto por eventuales acontecimientos políticos, deportivos, o catástrofes naturales; como el tifón de noviembre de 2013, que tuvo daños incalculables dimensiones imaginables.
El súper tifón Yolanda/Haiyan fue el peor tifón que azotó el país y el más fuerte en el mundo del año 2013. «Las consecuencias nos han demostrado lo que sucede cuando la naturaleza se enoja. Hubo una enorme destrucción y una pérdida de la propiedad, cultivos e infraestructura, y sobre todo una pérdida de la vida de tantas personas», dijo el P. Militante.
Providencialmente, se surgió una gran ayuda de solidaridad por parte de todo el mundo y también el mundo salesiano contribuyó a través de diversas organizaciones no gubernamentales y las Procuras Misioneras, así como las Inspectorías individuales, las comunidades, los estudiantes y los miembros de la Familia Salesiana. «Verdaderamente hemos sentido que hay gente que se preocupa y que el mundo se ha convertido gradualmente en una aldea, un hogar para todos aquellos que comparten la misma humanidad».
La Inspectoría del Sur ha mostrado a la altura de la situación, asumiendo la tarea de ser directamente involucrada en los primeros auxilios. Incluso los Salesianos de FIN hicieron al máximo, de acuerdo con sus posibilidades y con el apoyo continúo.
«A pesar de estas dificultades y preocupaciones, las Filipinas es un país verdaderamente bendecido por el Señor, con una naturaleza generosa y un pueblo capaz de recuperación, que nunca se desanima, siempre capaz de sonreír, incluso de frente al sufrimiento y las dificultades».
Las obras de las dos Inspectorías continuaron las actividades tradicionales y con especial atención a los jóvenes, a los pobres, a las clases sociales más necesitadas, al ámbito de la escuela y de la misión.
Próximos al Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, los salesianos en las Filipinas también se sienten llamados a formar el «corazón de acuerdo con el Buen Pastor – un pastor que arde de celo, pasión y amor por los jóvenes».