A pocas horas de la fase final del rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento de cobre, una niña de madre peruana y padre chileno hizo noticia al dirigirles desde el país vecino una conmovedora carta en la que les pide confiar su salida a Dios.
Según informa la prensa local, Teresa Consuelo tiene 9 años de edad, es chilena de nacimiento pero vive en Trujillo, en el norte del Perú, donde es criada por sus abuelos maternos mientras sus padres trabajan en Chile.
La niña escribió una carta de aliento al minero Mario Gómez y le pidió compartir su mensaje con los compañeros atrapados desde agosto en Copiapó.
En la carta, Teresa les recuerda que sus familias los esperan con mucho amor y los brazos abiertos. «Quisiera conocerlos, pero por mis estudios no se podrá. Me despido con un fuerte abrazo y beso. Tengan mucha fe en Dios, él los sacará sanos y salvos para que estén reunidos con sus familias y amigos», agrega la niña.
La madre de Teresa entregó la carta a la hermana de Mario Gómez, quien respondió el gesto a través del mismo medio.
Según el diario El Comercio, Gómez le respondió: «Eres la niña más hermosa y amorosa del mundo (…) Todos quedamos emocionados de ver que nos has escrito desde tan lejos» y expresó la esperanza de que su carta «llegue a todo el Perú».
La madre de la niña permanece junto a la familia de Gómez, a la espera del inicio del rescate previsto para esta noche.
Según el diario, Gómez agradece «los buenos deseos de la niña, a quien se los retribuye diciéndole que Dios siempre estará en su camino. Como buen abuelo que es, la tranquiliza diciéndole que el peligro ya ha pasado y que ‘las máquinas ya vienen’».
Gómez le asegura que «pronto nos vamos a conocer en persona», y que conocerá a su nieta Marion, «que tiene más o menos tu edad».
«Sin lugar a dudas, si algo sabe hacer Mario Gómez, es escribir cartas. Pero donde realmente este minero de 63 años, casado y padre de cuatro hijas que lo esperan ansiosamente, se gana a todos los peruanos es en la nota que pone al pie de su firma: ‘Que esta carta llegue al Perú’, pide. Y así ha sido», concluye El Comercio.